Por el bosque de tu cuerpo
camino en busca de refugio
entro en la gruta de la vida,
dejo una antorcha encendida.
Y al salir de allí me encuentro
un alma que a mi me guia
y un cuerpo que me da aliento
Ese alma y ese cuerpo
no gozarán de sus días
pues cada noche estarán
muertos de rabia y de ira.
Con amor los encontré,
con pena los dejaré,
con todo el odio en mi piel,
mi existir terminaré.
Por Dios dirán que lo hice,
por Dios dirán que maté,
mas lo que yo nunca quise,
fue matar por una fé.
Por ese cuerpo lo hice,
por ese alma luché,
porque jamas nadie queme
el futuro de mi hijo,
la tierra de mi mujer.
Viva Palestina libre. La lucha continua
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