viernes, 13 de febrero de 2009

ISRAEL IV REICH

Un problema creado por occidente con la entrega de territorio palestino a los judíos supervivientes al holocausto con el fin de limpiar su mala conciencia por no haber intervenido a tiempo en la masacre realizada por Hitler. Un pueblo que se sigue aprovechando de su condición de víctima y que quiere que esta condición sea perpetua. Un pueblo, el judío, que quiere la exclusividad de la palabra genocidio, negando otros tales como el genocidio armenio a manos de los turcos. Un pueblo que en su día fue intentado exterminar en las cámaras de gas de los campos de exterminio nazis, que ahora quiere llevar a cabo unas operaciones que tengan como resultado el mismo que tenía en su mente Hitler para ellos. Un pueblo, al que no me gusta señalar como culpable, pues no es el pueblo el que ejecuta las matanzas de palestinos y no serán todos responsables (Daniel Barenboim, director de música, Gideon Levy, periodista, y un largo etcétera) pero con los resultados de las elecciones realizadas antes de ayer no me queda más remedio que pensar que apoyan las matanzas y es más, creo que dándole trece escaños a un fascista racista como Lieberman lo que están es a favor de la solución final, pues las declaraciones hechas por este van encaminadas hacia ese destino. Hay que recordar que Lieberman lo más bonito que dijo de los palestinos es que había que echarlos al mar.

Por todo esto, porque Israel desocupe un territorio usurpado a sus habitantes, porque terminen las masacres, para que occidente deje de estar supeditada a USA y por ende a Israel, pero sobretodo porque la lucha de Palestina no quede en saco roto, va este humilde homenaje en forma de video clip.

Hasta la victoria siempre. Salud

martes, 10 de febrero de 2009

CRIMEN Y COBARDIA


Un edificio es bombardeado en cualquier localidad del mundo, y en ese bombardeo mueren 14 civiles (la mayoría niños) inocentes, no es descabellado pensar que se trate de un crimen de guerra. Pero no es así, estos niños y adultos civiles asesinados no son nada más que daños colaterales (nunca a 14 víctimas inocentes les fue puesto tal adjetivo calificativo tan despreciativo y horrendo). Un daño colateral puede ser la perdida de fluido eléctrico en toda la zona, la destrucción de las escuelas, pero 14 civiles asesinados, solo tiene un nombre, CRIMEN. Parece que la justicia española así lo ha entendido también, y es que estos hechos ocurrieron el 22 de Julio de 2002 en un bombardeo realizado con una bomba teledirigida de una tonelada sobre la residencia de uno de los líderes más activos de Hamas. En el murieron a parte de el susodicho, su mujer, su hija de 10 años, siete miembros de una familia cuya vivienda se hallaba a solo 2 metros de la del activista, y otras cuatro personas más. Ariel Sharon en su momento lo calificó de “rotundo éxito”, y dijo que se trataba de un asesinato selectivo. Este atentado fue condenado por la comunidad internacional íntegramente, si, íntegramente, pues incluso George W. Bush, se quedó sin argumentos para defender a Israel, y no le quedo otro remedio que condenarlo. Pero todo quedó ahí, como siempre las potencias occidentales y China y Rusia limpiaron sus conciencias únicamente con el acto de condenar la operación llevada a cabo por Israel. Nadie se atrevió a imponer sanciones a Israel similares a las que se les ha puesto a otros estados en situaciones de igual gravedad e incluso en muchos casos de inferior. Pero claro, mientras sean el principal aliado de USA todo está perdido, pues el poder del lobby judío en USA es muy grande, es capaz de decidir quién es aspirante a presidente y quien no, de tal manera que todos los aspirantes que quieran alcanzar las más altas cotas han de jurar fidelidad eterna a la causa israelí. Así que por el momento parece imposible que esa alianza se rompa. Pues bien parecía que por fin la justicia de un país occidental ponía los pies sobre la tierra y se quitaba la venda de los ojos y apelando a la justicia universal se declaraba competente para juzgar los hechos y a los responsables por crímenes de guerra. Las reacciones no se hicieron esperar, como no podía ser de otro modo, el principal inculpado que en el momento en el que se produjeron los hechos ejercía de ministro de Defensa, Benjamín Ben-Eliezer, salió de inmediato a la palestra para defenderse de las acusaciones y condenar las acciones llevadas a cabo por la justicia española. Recurrió a los argumentos más utilizados para defender siempre cualquier dudosa acción que realiza Israel, que no es otro que el de la soberanía del Estado israelí, y el del derecho a defenderse que tiene todo estado cuando sufre algún ataque. Se reafirmó en las decisiones que tomó en su momento y volvió a repetir que la operación fue un rotundo éxito pues el terrorista en cuestión fue eliminado, dijo que se trataba de un hombre que era responsable de la muerte de cientos de israelíes, que había instruido a muchísimos otros terroristas y que había liderado cientos de acciones en contra del pueblo de Israel. Pero en ningún momento se refirió al resto de victimas, como si el no nombrarlas hiciera que no se hubieran producido. Su cinismo me causó nauseas, pero entra dentro de la lógica, repugnante lógica, si, pero el ordenó ese ataque y parece lógico que lo defienda. Pero lo que no tiene lógica es la reacción que tuvo el gobierno español. Casi inmediatamente se inhibió y dijo que era una decisión judicial, que la Audiencia Nacional era un organismo independiente. Días antes, el mismo gobierno condenaba la ofensiva israelí en la franja de Gaza, aunque de manera tibia, pero la condenaba, y en vez de aprovechar el momento y reforzar la decisión de la justicia con un apoyo incondicional, se dejo llevar por la cobardía y se produjeron declaraciones tales como las hechas por el Ministro de Exteriores refiriéndose a Israel como un pueblo amigo. Y es que nadie reclama la enemistad con todo el pueblo de Israel, no se trata de estigmatizar a todos los judíos por culpa de las acciones de sus gobernantes, lo que muchos reclamamos es romper relaciones con su gobierno, retirar embajadores, romper acuerdos comerciales, realizar alguna acción que de verdad demuestre el malestar con la manera de proceder que tiene ese gobierno. Pero una vez más el capitalismo obtiene la victoria, y es que no nos engañemos, si Zapatero hubiera decidido romper relaciones con Israel, los poderes económicos se le habrían echado encima, pues romper relaciones con Israel es romper relaciones con Estados Unidos, y las pérdidas para los grandes empresarios hubieran sido grandísimas. Así que el dinero vuelve a ganar a la razón y la carta de derechos humanos que recientemente cumplió 60 años y que todo el mundo venera se convierte en papel mojado cuando el intentar respetarla trae consigo números rojos para los bancos y las grandes multinacionales.

En fin, otra oportunidad perdida, porque mucho me temo que todo esto quedará en agua de borrajas, y es que nada cambiará mientras que occidente siga rindiendo pleitesía a USA y plegándose a sus mandatos.