EL DEBATE

Qué mundo el de la política. Ayer fuer el debate sobre el estado de la nación. Cada vez se desencanta uno más de este congreso que tenemos. El caso es que ayer, como cada año, se reunieron todos, como el que monta una juerga, para hacer ver que trabajan. Allí no cabía ni un alfiler. Y es raro, porque normalmente es que no hay nada más que los justicos para llevar a cabo lo que, en ese momento, les interesa. Seguramente éste debate y el de investidura, cada cuatro años en teoría, son los únicos que están llenos. Y es que, como los dan por la tele.... Miento, probablemente el primero tras las vacaciones también esté lleno. Ya sabes, ese día que se suben el sueldo con la complacencia de todos. Ese día en el que todos están de acuerdo. Ese día en el que no se acuerdan de las broncas del resto del año. Ese día en el que no recuerdan si han congelado el sueldo de los funcionarios o el de las pensiones. Bien pensado, yo tampoco faltaría. Y tampoco trabajaría, cojones, que estamos en el país que estamos, y ya se sabe, uno curra y cinco miran. No son mejores ni peores que cualquier otro currito español. Es lo que hay, lo que tenemos y, probablemente, lo que nos merecemos.

El caso es que ayer se vio lo que se vio. Un presidente autocomplaciente y mitinero por la mañana (según he podido oir en resúmenes, que yo sí que curro). Vamos, lo de siempre.

Por la tarde estuvo un poquito más interesante. Mala baba (como siempre) de Rajoy. Empezó diciendo muchas cosas y poca sustancia y acabó, como no, con que España se rompe y que el gobierno se ha rendido a ETA, recreándose, como es normal, en esto último. Y aquí vino lo que me sorprendió. Bambi parece que por fin despertó del letargo en el que estaba sumido. Utilizó la ironía y el sarcasmo, es decir, demostró inteligencia (capacidad no estoy seguro de que tenga, pero, al menos ayer, demostró inteligencia). Por fin le recordó a Rajoy la plastilina, el 11-M, Irak,... y se defendió atacando, recordándole al derechón qué le había pronosticado y qué había sucedido en realidad, dejándole con los gayumbos al aire. Yo no sé si todo lo que dijo era o no verdad, porque cuando estos cabritos se meten en números y datos tienes que estar muy puesto en todo eso, pero debe ser cierto, porque, en la réplica de Rajoy, el barbas sólo supo hablarle de ETA una vez más, en una clara demostración de lo que ha sido, es y será su "labor" de oposición, el "todovale". Luego tuve que apagar la radio y ya no me enteré de más. Hoy, en el periódico, he visto que, al final, el resumen de la bronca entre estos dos es más o menos el que aquí he escrito. Al final poca sustancia, poca chicha. Bien es cierto que el anuncio de ZP de lo de los 2500 euros para cada nacimiento ha marcado el debate como marcó lo del precio de los cafés la entrevista aquella. Bien es cierto que, aquí en Catalunya, se ha dado como muy importante el hecho de que las cercanías de RENFE pasarán a ser controladas por la Generalitat (espero que sirva para algo). Bien es cierto que ZP dió otro golpe de efecto diciéndole a Rajoy que subiera a leer un párrafo del libro de Educación para la ciudadanía (la asignatura esta tiene que ser buena por narices, porque a la iglesia no le gusta) que no le gustara y que "el señor de los helicópteros" no se atrevió a leer nada aunque el libro corrió por los escaños conservadores (ergo no debieron encontrar nada). Pero al final más de lo mismo. Bronca, cachondeo, gritos, bochorno, y, como no, en cuanto termina Mariano, los escaños vacíos, que las minorías no le interesan a nadie. A este paso voy a volver a no votar haciendo caso, como por otra parte debería hacer en la mayoría de momentos de la vida, al ideario anarquista.

Bueno, ya me desahogué. Sé que mi animadversión hacia la derecha y hacia Rajoy no me deja ver claro y que probablemente las críticas a ZP deberían ser con más mala leche. Quizás en otro momento. Sinceramente, venimos de 8 años llenos de mierda y cualquier cosa parece bien. Aunque sea media mierda, siempre será mejor que mierda entera. Eso sí, aunque trague con esto de la democracia, mis ideas no cambian. Sigo pensando que Bakunin tenía razón. SALUD Y REPÚBLICA.